Es importante que ahora que tienes un bebé realices lo siguiente: calcula los ingresos que mes con mes entran a tu hogar, réstale todos tus gastos fijos por ejemplo renta, hipoteca, servicios, gastos de comida, entre otros, ya que teniendo claro este ejercicio podrás darte una idea de cuánto puedes llegar a gastar mensualmente. Una vez que estés consciente de esto, es momento de dar paso al siguiente nivel, que es elaborar una lista de los nuevos gastos que tienes referentes al bebé por ejemplo pediatra, pañales, leche, etc, con el fin de que tengas un listado de ellos y no te tomen desprevenido.

Es importante que tengas presente que el tiempo pasa muy rápido, y que sin duda muy pronto, es importante que tengas presente que el tiempo pasa muy rápido, y que sin duda muy pronto priorizarás nuevos gastos para tu pequeño(a), como su educación, por esa razón te recomendamos comiences a pensar en contar con un fondo de ahorro educativo, ya que en algún momento podrás usarlo con el fin de que tu hijo cuente con una buena formación académica. Y si contratas un seguro, verifica las condiciones que te convengan de las diferentes instituciones.

Considera que la educación es uno de los mejores legados que puedes dejar a tu hijo(a) y es el medio de garantizarle un mejor futuro.

Todos los accesorios para bebés son llamativos y creemos que los necesitamos más de lo que los vamos a usar, por eso te recomendamos hablar con algún amigo o amiga que haya sido padre para que te cuente sus experiencias y te haga hacer conciencia de comprar lo que realmente necesitas. A veces comprar una carriola que también se pueda utilizar como silla de viaje o un cambiador que sea un bañador, nos ayudará a ahorrar.

La emoción del primer bebé impulsa a los papás a comprar todo para su comodidad. Pero una buena idea es preguntar a familiares o amigos si tienen cosas que te puedan prestar. Por ejemplo: carriolas, cunas o juguetes. Con la ropa pasa lo mismo, así que tienes una oportunidad excepcional para ahorrar.

Prevención. Cuando menos lo imagines, te puedes encontrar ante situaciones como enfermedades, accidentes, gastos por educación propia o de tus hijos, entretenimiento… y más.

Bienestar. Distribuir tus recursos de forma equitativa, es sinónimo de proveer lo necesario para ti y tu familia.

Toma de decisiones. Es una herramienta que puede determinar tu futuro, puedes tomar decisiones sin temer una desestabilización en la economía familiar

Lo ideal es que todos tus gastos se apeguen a un presupuesto, así será más sencillo alcanzar tus objetivos sin poner en riesgo tu estabilidad financiera.

Paso 1. Establecer metas: Tener una meta de ahorro es indispensable para un presupuesto, es mucho más fácil ahorrar si sabes que tienes una meta. Fíjate metas de ahorro que se encuentren dentro de tu alcance con la finalidad de motivarte para tomar decisiones económicas grandes que sean necesarias para ahorrar con responsabilidad.

Paso 2. Define tus salidas de dinero: Separa tus gastos, poniendo como prioridad los que son fijos, es decir todos aquellos que realizas con frecuencia.

Paso 3. Cuida los detalles: Contempla tus deudas y lo que vas a ahorrar, será más fácil determinar qué porcentaje se puede asignar a cada opción contemplando tus ingresos.

Paso 4. Ordena tus prioridades: Elige todos los gastos que no son de vital importancia y recorta al menos un 70% de ellos, ya sea evitando hacerlos con frecuencia o eliminándolos de tus compras de rutina.

Paso 5. Seguimiento y estrategia: El registro de gastos debe ser completo y constante, es la única manera de que esto funcione en realidad, toma en cuenta hasta el mínimo detalle de tus gastos.

¡OJO! El hecho de obtener un cero como resultado, no significa que todo el dinero deba ser ocupado, si tienes una cantidad de dinero que no estás ocupando, lo mejor es destinar ese monto al ahorro, siempre al ahorro.

Ser papá no es fácil y conlleva una gran responsabilidad, pues tienes que dar un buen ejemplo a tu pequeño(a), por lo que a continuación te compartimos algunos tips que te ayudarán a ser un papá más responsable:

Enséñales a no gastar más de lo que tienen: A veces hay que ahorrar y ser paciente para poder obtener lo que se quiere.

Habla con tu hijo(a) del dinero: Algunos niños pueden llegar a creer que el dinero viene de los cajeros automáticos o por arte de magia, explícales que para que ese dinero salga de ahí, primero se debe trabajar para conseguirlo.

Muéstrales el valor del dinero: Haz que tu hijo(a) lo comprenda a base de ejemplos, como darle su “domingo” esto si hace la tarea o se levanta a tiempo para ir al colegio. Enséñale el esfuerzo que debe hacer para conseguirlo.

Aprender a ahorrar: Es importante enseñar a los menores a ahorrar. Cuando quieran comprar algo, por ejemplo un juguete, y no les alcanza a pagar con su “domingo”, deben saber que al ahorrar podrán comprar eso que tanto desean. De esta manera, valorarán la importancia de ahorrar y apreciarán aún más su nuevo juguete.

Cuidado con la publicidad: Los niños quieren todo lo que ven en televisión o videos en internet. Explícales que la publicidad no siempre es cierta. Los anuncios hacen que los productos parezcan más bonitos de lo que realmente son. Enséñale a realizar compras sanas.

Recuerda que la educación financiera que le proporciones a tu hijo(a) hoy en día puede influir en que se convierta en un mañana en un adulto con deudas o un adulto con finanzas sanas.

Tomemos en cuenta que los niños están en contacto con las finanzas a través de diferentes escenarios, como el hogar, el colegio. Son muy observadores y tienden a adoptar las actitudes de los adultos que los rodean como sus papás y hermanos. La forma en que los miembros de la familia manejan el dinero y toman decisiones en conjunto, repercute en los pequeños. De ahí la importancia de inculcarles el valor del dinero, sin olvidar los valores positivos.

Comienza por ponerle un ejemplo. Cuando quieras comprar algo, platícaselo a tu hijo(a), cuéntale cuál es el precio de lo que deseas adquirir y el tiempo que te tomó reunir el dinero. Así no sólo valorará el dinero, también, todo lo que se compre con él.

Ayúdalo a establecer metas de ahorro a corto y mediano plazo. Analicen el tiempo que les llevará para alcanzar cada una. Apóyalo y dale un estímulo, por ejemplo: por cada 50 pesos que ahorre, tú aportas otros 50.

Ahorrar a través de una alcancía. Ensénale a ahorrar en una alcancía cantidades pequeñas, una vez que se llene acudir a una institución financiera como una Afore o un banco.

Pensar en su vida laboral. Tu pequeño no siempre será un niño(a), por lo que empezar a pensar en su futuro será una gran inversión. Pensando en registrarlo en su Afore desde su primer día de vida, donde podrás ahorrar en su propia Cuenta Individual generada a su nombre, esta cuenta Afore podrá seguir utilizándola tu hijo(a) durante su vida laboral activa permitiéndole disfrutar de una inversión a largo plazo, dándole como base un patrimonio desde una edad temprana.

Define lo que necesitas adquirir de manera personal y familiar.

Revisa tu presupuesto y no te excedas. Si tienes ahorros puedes tomar una parte para no endeudarte.

Si haces uso de tarjetas de crédito, valida que la utilidad del producto sea mayor que el plazo de la deuda, recuerda que no siempre pagar a meses es un beneficio, asegúrate siempre de contar con la capacidad de pago.

Si sueles comprar por internet, verifica que la página tenga un candado en la barra de direcciones y la página comience con un https:// Las compras por temporalidad suelen subir más de precio, espera que pase la temporada, busca precios accesibles y con base a la posibilidad de tu bolsillo.